Dentro de las modalidades de la apnea, la estática (STA) es mi favorita. También es, probablemente, la más exigente a nivel mental. Y para practicarla en buenas condiciones, puedes llegar a necesitar un coach, como es mi caso. ¡Ojo! En inglés, «coach» se identifica con un entrenador, pero en el caso de la apnea hay que reenfocar el término: un coach es un compañero que te guía en tu apnea y está ahí para ayudarte en el esfuerzo. Evidentemente, él (o ella) está de pie, dentro del agua, a tu lado. Tiene una visión cercana y perfecta de cómo se está desarrollando tu apnea. A veces, puede saber cómo te está yendo incluso mejor que tú mismo.
La situación idílica es que siempre te acompañe el mismo coach tanto en entrenos como en competiciones. ¿Por qué? Pues porque tu coach se convierte en la persona que mejor conoce tus estáticas y será capaz de «leer» bien cada segundo de tu actuación. Cualquier movimiento tuyo, señales casi imperceptibles para los demás, pueden significar algo que solamente tu compañero comprenda. Tu coach sabe a primera vista si tu «performance» está yendo bien, regular o incluso mal. ¿El problema? Que difícilmente vas a encontrar a alguien que esté SIEMPRE a tu lado porque eso le exigirá acudir contigo a todos los entrenamientos y a todas las competiciones, lo que significa que tienes a esa persona «atada» a tu actividad deportiva (y viceversa). Y, lo dicho, si viajas y te mueves para competir, los gastos se duplican si esa persona siempre debe acompañarte. Cierto: es bueno tener un coach que esté a menudo contigo, pero hay que encontrar el equilibrio y que la dependencia del apneísta con su coach no sea absoluta. Ni siquiera los profesionales y campeones del mundo consiguen tener siempre al mismo coach. Sobre esta «dependencia» a un único coach regresaremos más adelante en este artículo.
¿ES UN COACH UN ACOMPAÑANTE DEL APNEÍSTA? ¿ES SU NOVIA, SU NOVIO, UN AMIGO…? ¡NO! ES SU COMPAÑERO DE APNEA
Para alguien profano en la materia, alguien que no tiene noción alguna de apnea, puede parecer que un coach apenas hace nada. Puede creerse que simplemente está a tu lado mientras te preparas en la zona seca antes de entrar en la piscina, que alguna vez te habla mientras te relajas… También puede parecer que, cuando entras en el agua para calentar antes de tu turno dentro de la competición (los 30 minutos de warm up), se pone el traje de neopreno para acompañarte en el agua por seguridad… Y cuando estás ya en plena apnea competitiva, puede parecer que simplemente te habla de vez en cuando, te toca un poco… vamos, que es un «figurante». ¡Nada más lejos de la realidad! Quien tenga experiencia en apnea detectará decenas de acciones poco perceptibles, casi detalles, que realiza un coach y que pueden marcar la diferencia a la hora de que la prueba sea un éxito y logres el objetivo.
¿LOS COACH’S TIENEN LAS MISMAS TAREAS ASIGNADAS PARA TODOS LOS APNEÍSTAS?
Respuesta a la pregunta del título: «no». Para empezar, cada apneísta es un mundo. Por tanto, no hay un patrón ni un canon que especifique «tareas del coach en apnea estática«. Lo que necesites de él lo irás sabiendo tú mismo a medida que vayas progresando, adquiriendo experiencia, enfrentándote a situaciones nuevas y entendiendo que tu coach puede ayudarte a prevenirlas y/o superarlas. Lo recomendable es que tu coach sea también apneísta porque comprenderá más fácilmente lo que requieres, pero no es obligatorio. No es raro que un buen coach sea la pareja o un amigo del apneísta, que no la practique nunca, pero que se sepa de memoria las necesidades del deportista (PD: los apneístas somos muy pesados y no paramos de hablar de nuestro deporte. Nuestra gente más cercana acaba «sabiendo» un poco de apnea aunque no la ejerzan de tanto que les contamos sobre cada actuación). Entonces, ¿cuáles son las tareas del coach? Las que tú le vayas indicando a medida que avances como deportista.
CONOCIMIENTO MUTUO APNEÍSTA vs COACH: LOS ENTRENAMIENTOS
Puede ocurrir que tu coach sea, en realidad, tu compañero habitual de entrenos. Perfecto. Además, en ese caso, tú mismo serás su coach también. La apnea no es un deporte de masas y muchos entrenan en dúo. Eso significa que no tienes elección a la hora se escoger coach, pero tu compañero tampoco, así que hay que entenderse, amoldarse y llevarse bien. En cambio, si tienes la suerte de entrar en un grupo de entreno grande, con más compañeros, será el tiempo y la conexión la que te llevará a descubrir con cuál de esos compañeros te entiendes mejor y es más eficiente para ayudarte en tu forma de manejarte antes, durante y después de tu estática.
Yo recomiendo que, ya en los entrenos, antes de realizar tu apnea, le cuentes a tu coach qué vas a hacer… Es decir: ¿vas a calentar primero? ¿Cómo va a ser ese calentamiento? ¿De cuántas apneas hablamos y cómo de largas? Una vez que hayas calentado, debes indicarle cuál es tu objetivo en la apnea que vas a realizar, que se entiende ya será larga. Puede ser una «máxima» (una apnea en el rango más alto de tus posibilidades) o bien lo que algunos llamamos «submáxima» (una apnea del 80 ó 90% de tu máxima histórica lograda). Durante un entrenamiento, es en esas máximas o submáximas en las que el coach se convierte en muy importante.
Bien, ya has calentado y estás listo para tu apnea larga. Vuelves a hablar con tu coach y le cuentas qué vas a hacer. Y le explicas lo que quieres de él según lo que necesitas y te gusta. Hay apneístas a los que les ayuda que les toquen o masajeen de alguna manera en ciertos tramos de la apnea. Otros pueden querer que su coach les balancee en el agua… ¡o nada de esto! Depende de tí. Pero el coach es también tu informador. Porque mi sugerencia es que el apneísta no lleve encendido el cronómetro en su muñeca durante la apnea para evitar la tentación de mirarlo compulsivamente (esto puede ser discutible. Muchos grandes especialistas en estática llevan el reloj en marcha. Yo lo llevo, pero no lo enciendo). Así que, si quieres saber el tiempo, tu coach será el encargado de decírtelo. Pacta con él esa información, dile que te vaya indicando los tramos de tiempo que quieres saber. Por ejemplo: a mí me gusta que me digan cuándo llego a los 3 minutos y a partir de ahí, que me «cante» los tiempos cada 30 segundos. Y cuando alcanzo la marca anunciada (generalmente los 6 minutos), le pido que me indique los tiempos cada 15 segundos, a la vez que me pide los toques de seguridad (a los que siempre debo responder). Así, a medida que avanzo en la máxima habiendo superado la marca anunciada (anunciamos una marca, pero procuramos siempre superarla), sé en qué tiempos estoy y puedo testearme a mí mismo sobre cómo me encuentro y qué recorrido me queda: mucho, poco, nada… A veces, si tu coach te conoce realmente bien, puede incluso detectar que estás forzando mucho y vas camino de una samba (eso es que estás yendo demasiado lejos para tu capacidad. O que no es tu día…). En ese caso, si tu compañero te conoce realmente bien, puede ser la clave para salir a tiempo indicándote que saques la cabeza del agua. Si te lo dice, incluso ordena, hazle caso. Será por algo.
Hay competidores que sólo quieren conocer el tiempo que llevan de apnea, pero nada más. A otros les gusta que su coach les hable constantemente para animarles, para decirles cómo van las cosas, indicarles todo tipo de informaciones. A mí me gusta que me hablen porque me ayuda, me «centra». Sobre todo al final de la apnea, cuando más complicadas son las cosas. Por ejemplo: cuando estoy en la fase de lucha, siempre pido que me recuerden que debo salir habiéndome quitado la pinza de la nariz antes para recuperar mejor y asegurar lo más posible el protocolo de salida. Pero esto, ya digo, es muy personal. Hay gente a la que no se les debe ni hablar ni tocar. Reitero este concepto básico: cada apneísta es un mundo.
Por cierto, he mencionado «los toques de seguridad«. En una competición, los toques oficiales (en base a tu marca anunciada) te los dará el juez/safety y a él deberás responder. Pero en los entrenos, será tu coach quien te los pida, ejerciendo a la vez de safety. En la conversación previa a la apnea, explícale cómo quieres que te dé esos toques (pulsando con el dedo en la paletilla de la espalda, pinzándote en el hombro, etc) y cómo vas a contestarle (moviendo el dedo de una mano, dando un «ok», etc). Cuando llegue la competición, ya lo tendréis todo acordado desde los entrenos.
Dos recomendaciones más sobre los entrenamientos y tu relación con el coach: cuando te dispongas a realizar una apnea larga, pídele que te haga el descuento en «modo oficial», como si estuvieras en la competición. Es para que te acostumbres desde el inicio al tiempo que dispones para ventilar. A día de hoy, esto es: 3 minutos, 2′, 1′, 45 segundos, 30″, 15″, 10″, 9″,8″,7″,6″,5″,4″,3″,2″, 1″ y ya la ventana de Official Top (OT) que se te abre para iniciar la apnea. En el OT tienes sólo 30 segundos en los que debes meter la cabeza en el agua obligatoriamente. Si lo haces después del OT, estás descalificado. Por eso, para acostumbrarte bien a ese descuento, aunque sea en los entrenamientos, pídele a tu coach que te lo «cante» también.
La segunda recomendación es que también os acostumbréis a que, cuando saques la cabeza finalizando la apnea, tu coach se aleje un poco de tí para evitar tocarte. En competición, tu coach puede tocarte y hablarte en todo momento hasta que terminas la apnea y sacas la cabeza del agua. Entonces, mientras cumples el protocolo de salida ante los jueces, está prohibido que el coach pueda tocarte, rozarte, hablarte o siquiera susurrarte. Incluso si esto sucede sin querer, te descalifican inmediatamente aunque hayas cumplido el protocolo correctamente y salgas en perfectas condiciones (he visto a una apneísta perder el oro en un campeonato de España porque su coach le tocó). Por eso, mecanizad la situación en los entrenos. Evitarás que tu coach esté demasiado cerca de tí y pueda tocarte accidentalmente o bien te hable de forma impulsiva (puede pasar y ha pasado). Evidentemente, si tu coach debe actuar porque detecta un síncope (BO) en un entreno, todo esto pasa a ser secundario. Que te saque las vías del agua y te ayude a recuperarte. Es de sentido común, que sólo estamos entrenando.
EL PAPEL DEL COACH EN LA COMPETICIÓN: ÉL SE OCUPA DE TODO
El coach perfecto se pondrá a trabajar antes incluso de que llegues a la piscina. Será incluso tu «sherpa». Te llevará el material para que no hagas esfuerzo alguno, para que no te canses ni una pizca. Se encargará también de saberse al dedillo tus horarios de check in, acceso a las diversas zonas del campeonato, hora de warm up, de entrada a tu línea de competición y OT… Todo. ¿Para qué? Para que tú solamente te dediques a relajarte, ventilar, calentar y competir. Estás en sus manos, cierto, pero si es de confianza, podrás olvidarte de toooooodo lo demás. Es más, tu coach (si te conoce bien) te dirá cuándo ventilar en seco, cuándo ponerte el traje según el tiempo que tardas habitualmente en hacerlo y te indicará los minutos que te quedan para meterte en la piscina… te tranquilizará y dará confianza (todos pasamos nervios en una competición y se agradece que nos ayuden a relajarnos). Durante el calentamiento, puede ayudarte en los ejercicios o simplemente velar por tu seguridad a la vez que está atento a tu horario de entrada en la línea de competición. A muchos apneístas incluso les gusta que sea el coach quien les lleve hasta su lugar de competición para que no tengan que nadar. Te lleva flotando hasta tu lugar en «volandas» y tú no tienes que mover ni un pestaña. Un lujo.
ÚLTIMOS TRES MINUTOS: EL COACH INFORMA A LOS JUECES
Estás en tu sitio, pronto comienza el descuento (o ya ha comenzado). Los jueces exigen saber cómo quieres los toques de seguridad obligatorios y cómo vas a responder a ellos. ¡Ólvidate de contestarles tú! A lo tuyo, que es ventilar y preparar la apnea. Es tu coach quien dará las respuestas a las preguntas de los jueces porque sabe cómo quieres que te den los toques y cómo vas a contestar.
El descuento de los jueces, a menudo se hace desde una megafonía general o bien es uno de los árbitros quien te los canta desde la zona seca. Nunca se sabe si la audición será buena (depende de la acústica de la piscina, del ruido ambiental, de los sonidos que puedan generarse en las zonas de evacuación del agua, el propio tono de voz del juez o incluso del tipo de gorro que llevas tú… muchas cosas), por eso también recomiendo que tu coach te replique el tiempo de descuento al oído para estar bien seguros de que no metes la cabeza fuera de tiempo.
ESTAMOS EN PLENA COMPETICIÓN: VAMOS A POR TODAS.
Aquí, en plena apnea, consiste en llevar a la práctica lo que hayáis entrenado juntos tu coach y tú. Él hará todo lo que le has pedido durante los entrenos y te apoyará tal y como lo hayáis ensayado. Quedará tan solo algo importante que ya hemos mencionado: cuando termines la apnea y saques la cabeza, tu coach debe alejarse para no tocarte ni hablarte. Incluso si tu salida es mala, no le corresponde actuar a él; para eso están los safetys de competición.
Has terminado tu apnea. Si te ha salido bien, abraza a tu coach, dale las gracias. Un porcentaje muy importante de tu éxito se lo debes a él y su devoción. Si te ha salido regular o incluso mal, pero queda campeonato por delante, el coach no habrá terminado su trabajo porque ejercerá de psicólogo para animarte y reenfocarte hacia la competición. Por cierto: es verdad que el coach es una porción muy importante en tu éxito, pero NUNCA EN TU FRACASO. Si fallas, el error es tuyo, no de tu compañero. Así es la apnea. Por tanto, no le eches la bronca, ¿vale?
RECOMENDACIÓN FINAL: PUEDES VIVIR SIN TU COACH HABITUAL. APRENDE A HACERLO
Ya te he dicho que es muy difícil que tengas siempre el mismo coach a tu disposición. Así que, de vez en cuando, aunque tengas a tu compañero habitual a mano, cambia y que sea alguien que te conoce menos quien haga tu coaching en los entrenos. Esto es para acostumbrarte también a superar que, en muchas ocasiones, no tengas a tu acompañante perfecto y sepas amoldarte a alguien que te conoce poco o nada. Debes estar preparado para resolver tú solo cualquier adversidad, así que puedes incluso pedirle a un compañero novato que te haga el coaching. Lo hará fatal, se pondrá más nervioso que tú si tus marcas son altas, pero a tí te vendrá muy bien aprender a salir del paso sin los anclajes de tu coach perfecto.
Me he dejado muchas cosas en el tintero de las que hablaremos en sucesivos post. Pero no quiero terminar esta artículo sin darle las gracias a mi coach más habitual, Cristina Asín. A ella le debo buena parte de mis progresos. ¡Gracias, Cris!