El Nacional Indoor FEDAS celebrado en Pontevedra superó mis propias expectativas con dos subcampeonatos en STA y DBF, además del tercer puesto por selecciones.
Una semana después de vivir con toda intensidad la máxima competición nacional española, ya puedo valorar en frío lo que ha supuesto para mí y mi equipo, la selección aragonesa, nuestro paso por Pontevedra. Y creo, sinceramente, que no pudo ir mejor. Las circunstancias que rodeaban mi participación no eran sencillas ya que no me fue posible en ningún momento desvincular mi responsabilidad en el Departamento de Apnea de las derivadas que genera la organización del Campeonato. Eso se tradujo en nervios y falta de descanso. El lastre añadido es que seguía estando lejos del 100% físico con el que se debe encarar un campeonato de este nivel dado que la lesión que me provoqué en marzo, una fisura en la costilla flotante, había frenado en seco mi preparación durante más de un mes y, en el mismo campeonato de Pontevedra, me seguía doliendo. Estos factores los tuve en contra, pero los hubo a favor también, como demuestran los resultados: dos platas individuales y el bronce por selecciones.
El sábado teníamos por delante una jornada maratoniana de tres pruebas en las que yo competía en todas: apnea estática (STA), apnea dinámica sin aletas (DNF) y apnea dinámica con bi-aletas (DBF). Teniendo en cuenta que en el Nacional anterior, en el 2019, había logrado bronces en las tres modalidades, me sentía en la obligación de realizar, al menos, un buen papel. Especialmente en STA, modalidad en la que, hasta mi lesión, estaba progresando y rozando los 8 minutos en entrenos. Pero la competición es otra historia y los nervios, junto a una mala ventilación previa, me obligaron a salir mucho antes de los 7 minutos que tenía previsto alcanzar. Decidí finiquitar mi STA en 6’36» notando señales de hipoxia severa demasiado pronto. Pero lo dicho: la competición consiste en hacerlo lo mejor posible sin errores y tuve una recompensa sensacional: la medalla de plata. Dos compañeros, favoritos ambos, no pudieron calificar y quedé solamente por detrás de un buen amigo vasco, Gari, de quien he sido instructor en sus inicios, por lo que me sentí orgullos de su éxito. Con la plata en el bolsillo, ya liberado de tensiones, enfoqué el resto de la competición en sumar puntos para el equipo aragonés, pero Pontevedra me tenía guardado todavía un regalo a título individual.
Tras la STA, pasamos a la DNF. Había marcado alto para tener información de los demás competidores, pero era consciente de que el nivel del podio era muy dificil de alcanzar. Y así fue: mis 134 metros me dejaron en una quinta posición. Visto que Rubén Aparisi consiguió un NR estratosférico (¡186 metros! Extraterrestre el valenciano…), que Slava (Andalucía) tocó pared en 150, que Fran Ribas (Cataluña) se marcó un 143 metrazos y que Dani Acien (Andalucía) también vino muy fuerte, pues poco más pude hacer. Eso sí, disfruté de la apnea y cayeron unos sabrosos puntos para la general por equipos.
Casi a las 20 horas del sábado, tocaba dinámica con bialetas. Aquí quería hacer un buen papel, pero no había logrado ni siquiera acercarme a la pared de 150 metros en toda la temporada de entrenamiento. Mi favorito para el oro era mi compañero de equipo Asier Llaguno y algún «tapado» que imaginaba andaban por ahí, pero finalmente se cumplió mi pronóstico y Asier logró ser Campeón de España. Mi alegría por el éxito de Asier es tan sincera como duraderoa La sorpresa para mí fue que, tras Asier y sus 162 metros, el segundo puesto fue mío con 159 metros. Otra plata. Otro subcampeonato. Otra sorpresa.
Y llegamos al domingo. Los seis integrantes del equipo aragonés nos dimos cuenta de que teníamos opciones de subir al podio en la general de selecciones autonómicas. Por tanto, decidimos hacerlo lo mejor posible, pero sin arriesgar ni cometer errores. Para ello, competimos en DYN y yo me calcé en esta modalidad las bialetas. Pues bien, superé la marca de la plata del sábado con 161 metros. Así las cosas, los puntos cosechados por Asier Llaguno, Javier Asín, Sofía San Vicente, Inma Aragón, el capitán Marcos Ruiz y quien suscribe nos auparon al tercer cajón de la clasificación por equipos, un puesto de bronce que no lográbamos desde el año 2016.
Conclusión: nunca se sabe cómo va a salir un campeonato, ni qué recompensas o desilusiones te puedes llevar. Lo que sí sé es que el trabajo, el entreno, la honestidad y aprender a competir te ayuda a cosechar satisfacciones. Cada competición es una historia diferente repleta de contingencias y saber gestionarlas puede llevarte a resultados que superan tus expectativas y mejores sueños. Eso me sucedió, de nuevo, en Pontevedra.
Desde aquí, más que nunca, mi agradecimiento a la organización con el Club Sotavento y la FEGAS a la cabeza, además de la propia FEDAS.
Y a mi equipo, Asier, Sofía, Javier, Marcos e Inma… con vosotr@s, ¡al fin del mundo!
PD: os dejo el enlace de las clasificaciones en la web de FEDAS. Pulsad AQUÍ. También el link del streaming de las dos jornadas. Currazo de FEDAS retransmitiendo en vivo y con cámaras subacuáticas el campeonato. El streaming del sábado está AQUÍ y el del domingo, AQUÍ